Quisiera compartir mi reflexión sobre algo que hoy me llamó muchísimo la atención, y sobre todo removió en mi una profunda rabia.
Hoy leí de pasada este texto que adjunto en la publicación...
después de leerlo me puse a vociferar ideas inconexas.. pero no por eso insulsas... porque de verdad me dio ene rabia, al punto que me tuve que detener a organizarme para plantear mi posición sobre el texto con más calma.
si... le pongo cachá de color.
De partida un texto que invita a su lectura con un titular que señala "no hables con tu hija sobre el cuerpo" de entrada me suena poco saludable... ¿cómo considerar beneficioso hacer un tabú de algo tan propio de la existencia humana como lo es su propia materialidad? ¿Cómo hacer tabú, no nombrar, y silenciar al cuerpo que es la forma en que los seres humanos nos relacionamos con el mundo? ¿como acallar algo que compone, permite y da forma a un mundo de sensaciones, emociones y experiencias que forman parte de nuestra historia, de nuestra forma de ser en el mundo?
podría desarrollar un montón de preguntas más.. pero creo que ahí queda un poco claro mi punto.
Entiendo que, quizás inocentemente y desde la buena intención, en este texto lo que se quiso plantear fue una forma de revelarse frente a los dogmas estéticos que oprimen al cuerpo femenino en tanto cuerpo biológico (de hecho, está dedicado a una hija, no hijo), que constantemente se reproducen en la publicidad, las modas, el reggaeton, etc. Pero paradójicamente, en ese intento, este texto pone en juego otra "verdad" sobre el cuerpo, otra "verdad" igual de opresora que la "verdad" estética hegemónica en el constructo de belleza actual, y esa verdad es la siguiente: el cuerpo tiene valor solo en tanto es funcional.
Es interesante porque, ninguna "verdad" por inocente que sea es inocente, no es inocente en cuanto tiene un efecto, y en cuanto a su vez plasma una ideología, vale decir, una forma de pensar el mundo.
¿Qué es lo que aparece cuando decimos que el cuerpo solo tiene valor en tanto a la función que le atañe? En primer lugar es entender al cuerpo en una sola dimensión, la biológica... y la biología por lo general remite a lo "natural". Cuando lo natural se pone en juego aparece el "deber ser", vale decir, por naturaleza el cuerpo "es/debe ser" (en este caso) biológico, que es lo que plantea el texto, y lo cito: "No hables con tu hija sobre su cuerpo, salvo para enseñarle cómo funciona".
Y según el texto, esa función además tiene un fin, que plantea de la siguiente forma "Recuérdale a tu hija que lo mejor que puede hacer con su cuerpo es usarlo para mover su hermosa alma",vale decir, nuevamente, el cuerpo pasa a un segundo plano en tanto sirve para mover el alma, siendo en ello el alma lo importante, y el cuerpo solo como un móvil.
Es una especie de cuerpo al servicio, cuerpo como un mediador, un cuerpo que no se valora sino como la función que cumple. Perdón si me vuelvo muy reiterativa con la idea, pero creo que es importante que quede clara, porque pone al cuerpo al servicio de lo otro, y en ello también subyace un juicio de valor sobre el cuerpo "el cuerpo no es importante".
Interesante volver a que esta idea no es una idea aislada, responde a una ideología y un momento histórico, una ideología caracterizada por oprimir al cuerpo, el cristianismo, que promueve valores tales como la trascendencia, entendida esta como aquella que supera al cuerpo, y está "más allá" de lo material.
Tengo la impresión que esa es una de las primera escisiones de la existencia humana, primero fue "cuerpo/alma", luego se puso de moda "cuerpo/mente", ambas haciendo de lo humano una dualidad.
¿Qué sucede con estas formas de entender al cuerpo que lo ponen al servicio y en segundo lugar? bueno, en primer lugar creo yo anulan una parte importante de la existencia, ya que existimos y vivimos subjetivamente el mundo justamente a través de las posibilidades que nos abre nuestro cuerpo, a través de los sentidos, las emociones, e incluso sus límites. En segundo lugar lo oprime, pues cercena de valor las múltiples otras posibilidades de experimentarlo más allá de su funcionalidad, no es casualidad que tantos años el sexo haya sido un tabú y el placer corporal no funcional objeto de culpa.
Creo, en este sentido, que silenciar el cuerpo, es tan opresor como someterlo a dogmas estéticos, que es sin duda otra forma de anular al cuerpo.
Según un viejo que se llamaba Piere Bourdieu, el cuerpo humano es un producto social (no solo natural), modelado o construido en relaciones sociales que hasta cierto punto le condicionan y le dan forma, por tanto, el cuerpo es "desnaturalizado" en un sentido estrictamente biológico, y a través del cuerpo habla (y como tal pueden ser leída) la cultura, el momento histórico, la ideología imperante, las prácticas sociales, etc.
¿por qué cito a este viejo? porque creo que pese a las condiciones sociales, que sí efectivamente dan forma a nuestra relación con el cuerpo, son también condición de posibilidad de las particularidades que emergen en la forma en que cada uno establece su relación con el cuerpo. Por lo tanto, estando el cuerpo atravesado por un montón de variables, incluída la biológica, por cierto, resulta imposible tener una lectura solo unidimensional de este, aunque así se proponga. Porque incluso, aunque este texto motive a entender al cuerpo solo desde su función, en esa mirada hay un montón de historia.
Y desde aquí creo que cada cual puede establecer con su cuerpo la relación que le acontezca, y ojalá no oprimirla desde una verdad natural, pues creo también que oprimir a nuestro cuerpo, es matarnos un poco a nosotros mismos, en tanto asesina nuestra subjetividad, nuestra particularidad... y eso...ESO.. no puede ser algo conveniente para nadie.